La depresión posparto (DPP) es un tipo de depresión que puede ocurrir después de tener un bebé. Es diferente de la «tristeza posparto», que es más leve y desaparece al cabo de un par de semanas.
La DPP es bastante común y afecta a aproximadamente 1 de cada 7 nuevos padres. Y le puede pasar a cualquiera, sin importar cuánto haya deseado tener un bebé o lo bien que haya ido su embarazo.
Aunque afecta principalmente a las nuevas mamás, los papás y las parejas también pueden tenerla.
El DPP puede causar una serie de síntomas, entre ellos:
- Sentirse triste o desesperanzada. Puede llorar mucho o perder interés en cosas que antes disfrutaba.
- Sentirse cansada todo el tiempo, incluso después de dormir, y tener poca energía para cuidar de sí misma o de su bebé.
- Ansiedad o sentirse preocupada todo el tiempo, especialmente por la salud de su bebé o su capacidad para ser una buena madre.
- Tener problemas para vincularse con su bebé o sentirse desconectada de él.
- Sentirse culpable por no ser un padre «suficientemente bueno».
- Sentirse frustrada o enfadada con facilidad, a veces sin motivo aparente.
- Comer más o menos de lo habitual.
- Tener problemas para dormir, incluso cuando su bebé está dormido.
- Tener pensamientos de hacerse daño a sí mismo o a su bebé. Si esto le sucede, busque ayuda de inmediato.
Hable con su médico. Él puede ayudarla diagnosticándola y creando un plan de tratamiento.
Sin tratamiento, la depresión posparto puede durar un año o más. Obtener ayuda temprano puede marcar una gran diferencia en la rapidez con la que se recupera y se siente como usted misma de nuevo.
Los tratamientos pueden incluir:
- Consejería o terapia. La terapia cognitivo-conductual (TCC), en particular, puede ayudarla a manejar sus sentimientos y a encontrar mejores formas de afrontarlos.
- Medicamentos. Su médico puede sugerirle antidepresivos, que pueden ayudarla a equilibrar las sustancias químicas del cerebro que afectan al estado de ánimo. Muchos son seguros para tomar durante la lactancia, pero consulte siempre con su médico.
- Grupos de apoyo. Conectar con otras madres primerizas que experimentan DPP puede ayudarla a sentirse menos sola y a aprender consejos prácticos para sobrellevar la situación.
- Hospitalización u otro tratamiento intensivo de salud mental (para casos más graves).
Puede empezar a sentirse mejor a las pocas semanas de iniciar el tratamiento, pero pueden pasar algunos meses hasta que se sienta completamente normal. La mayoría de las personas se recuperan por completo y disfrutan de la vida con su bebé.
Recibir el apoyo adecuado puede marcar la diferencia. No está sola y hay ayuda disponible.
La depresión posparto es muy común. Si se siente deprimida, recuerde que no está sola y pida ayuda.

