Romper con los patrones de pensamientos negativos le ayudará a sentirse mejor.
El primer paso es ser consciente de sus patrones.
Preste mucha atención a sus pensamientos y desencadenantes:
- ¿Qué ocurrió en su día justo antes de que empeorara su estado de ánimo?
- ¿Qué pensamientos negativos parecen empeorar su estado de ánimo?
Para comprender el vínculo entre sus pensamientos y sus emociones, intente llevar un diario. Para empezar, siga estas indicaciones.
Practique la gratitud:
- Escriba o diga algo por lo que esté agradecido/a cada día, incluso cuando ya se sienta bien.
- Cuando sus pensamientos se vuelvan negativos piense en tres cosas por las que se sienta agradecido/a.
- Si esto le resulta difícil, enfóquese en las cosas pequeñas por las que esté agradecido/a, como cuando salga el sol o la manzana deliciosa que acaba de comer.
Cambie su enfoque a algo positivo:
- Cuando se sienta mal, deje que sucedan las cosas que estén fuera de su control enfocándose en algo positivo que pueda hacer en ese momento.
- Por ejemplo, ordene su escritorio, respire profundamente unas cuantas veces, haga una pausa para estirarse, escuche una canción que le guste, envíe un mensaje de texto o llame a un amigo o ser querido, etc.
Practique la conciencia plena todos los días - Lea más: Ejercicios de conciencia plena.
Concéntrese en su respiración - Diferentes técnicas de respiración pueden ayudarle a relajarse y sentirse mejor. Lea más: Técnicas de respiración relajantes.
Si sigue sintiéndose mal o tiene dificultades con estas habilidades para hacer frente a situaciones difíciles, póngase en contacto con nosotros o con otro médico.
Si alguna vez siente que podría hacerse daño, llame al 9-1-1, acuda a la sala de emergencias local o póngase en contacto con la línea de prevención de suicidio llamando o enviando un mensaje de texto al 9-8-8.
Para mejorar su estado de ánimo, comience por concentrarse en sus factores desencadenantes y, a continuación, practique ejercicios que refuercen los pensamientos positivos.

